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Inteligencias mĂșltiples

  • Foto del escritor: Open Brains
    Open Brains
  • 12 jun 2023
  • 7 Min. de lectura

Actualizado: 14 sept 2023


Es probable que cuando ibas al cole habĂ­a alguien que era extraordinariamente bueno en matemĂĄticas y sacaba sobresalientes pero que, en literatura, con duras penas aprobaba
 Âżte suena? Seguramente tambiĂ©n te suene de series de televisiĂłn, con cientĂ­ficos frikis a lo “Sheldon Cooper” o informĂĄticos “frikis” con graves problemas para relacionarse socialmente. Tal vez no te lo has llegado a plantear nunca, pero estos “personajes” (reales y ficticios) te han afectado mĂĄs de lo que crees sobre cĂłmo piensas que es la “inteligencia”.


Es obvio que “Sheldon Cooper” - personaje de la popular serie “The Big Bang Theory” que representa a un fĂ­sico teĂłrico brillante en su trabajo pero con serios problemas para relacionarse con los demĂĄs- es “inteligente”, pero claramente no es “inteligente” en todo, Âżno? De hecho, en algunas cosas es “tonto”... parece evidente, pues, que para poder categorizar de manera correcta a este personaje, haya que recurrir a las “inteligencias mĂșltiples”. Pero, ÂżquĂ© son y de dĂłnde salen las inteligencias mĂșltiples?


Nuestra experiencia en clase y de las series de TV puede haber afectado a qué entendemos por "inteligencia"

En esta entrada del blog, abordaremos la validez de una de las teorĂ­as mĂĄs influyentes en la historia de la educaciĂłn: la teorĂ­a de las inteligencias mĂșltiples de Howard Gardner. En diversas publicaciones entre las dĂ©cadas de los 80 y los 90 (Gardner, 1983; Gardner, 1993; Gardner, 1999), Howard Garner fue perfilando esta teorĂ­a , segĂșn la cual, la inteligencia es “la capacidad de resolver problemas o elaborar productos que sean valiosos en una o mĂĄs culturas”. Gardner, a diferencia de sus predecesores, “rompe” el concepto de inteligencia en diferentes tipos, que son:


  • Inteligencia lingĂŒĂ­stica

  • Inteligencia kinestĂ©sica

  • Inteligencia lĂłgico-matemĂĄtica

  • Inteligencia espacial

  • Inteligencia musical

  • Inteligencia interpersonal (relacionada con la “inteligencia emocional” de Daniel Goleman (Goleman, 1995)).

  • Inteligencia intrapersonal

  • Inteligencia naturalista

  • Inteligencia existencial



La lista original constaba de las primeras 7, y aumentĂł a 9 en el año 1999. De acuerdo con el propio Gardner en una entrevista para Big Think en 2016, esta lista tiene el potencial de seguir aumentando, y ha considerado añadir mĂĄs inteligencias como la “inteligencia educativa” “la inteligencia humorĂ­stica”, “la inteligencia culinaria”, o la “inteligencia sexual”.


Gardner propuso 9 inteligencias distintas, aunque no es una lista cerrada

Ahora te voy a hacer volver de nuevo al cole
 olvĂ­date del genio en matemĂĄticas y de Sheldon Cooper por un momento
 quiero que intentes recordar a aquellos compañeros que sacaban las mejores notas
 los “cocos” de la clase
 Âżsacaban notazas solo en un materia, o las sacaban en todas? Si tu clase era una clase como la de la mayorĂ­a, seguramente los mejores estudiantes sacaban las mejores notas en todas las materias, por lo que parece que el tema se complica
 ÂżHay un Ășnico tipo de inteligencia que las engloba todas? ÂżHay diferentes tipos de inteligencia independientes las unas de las otras? ÂżHay diferentes tipos de inteligencia pero estĂĄn relacionadas? ÂżCuĂĄnto se han de relacionar dos inteligencias para decir que es una sola?...



Si se es "inteligente", se suele ser en muchas disciplinas, no en algo en concreto.

Estas preguntas se las han hecho los cientĂ­ficos desde hace muchos años, asĂ­ que, veamos un poco la historia alrededor del tĂ©rmino “inteligencia”...


Las medidas de inteligencia se vienen realizando desde finales del siglo XIX con diferentes mĂ©todos: desde las escalas de inteligencia de Stanford-Binet (Couzens et al., 2011) pasando por los estudios de Charles Spearman sobre las correlaciones en diferentes pruebas mentales (Norton, 1979) hasta la diferenciaciĂłn entre inteligencia fluida y cristalizada de la teorĂ­a de Cattell-Horn-Carroll (Catell, 1941; Horn, 1965; Carroll, 1993). En este proceso, se han evaluado multitud de test, incluidos los administrados hoy en dĂ­a, como el Wechsler Adult Intelligence Scale (WAIS), derivado de los trabajos de David Wechsler (Wechsler, 1944). De este Ășltimo, en el que se realizan pruebas distintas -como por ejemplo las matrices progresivas de Raven (Raven, 2000), de la figura siguiente- se extrae una medida total estandarizada conocida como el cociente intelectual -intelligence quotient (IQ)-.





Correlaciones



Este concepto es la clave para poder determinar quĂ© medidas son Ăștiles para determinar lo que sea que llamamos “inteligencia”. CorrelaciĂłn hace referencia a la relaciĂłn que existe entre dos o mĂĄs factores. Por ejemplo: altura y edad estĂĄn correlacionadas (al menos los 20 primeros años de vida), pues a mayor edad, mayor altura. Sin embargo, el color del pelo y la altura no estĂĄn correlacionadas, pues el color de pelo no cambia en funciĂłn de si mides 1,60 o 2 metros. ÂżY por quĂ© es tan importante?


En las diferentes pruebas que se engloban el cociente intelectual (IQ), que van desde pruebas lingĂŒĂ­sticas, matemĂĄticas, lĂłgicas
 sacar una buena puntuaciĂłn en uno de sus tests predice sacar tambiĂ©n una buena puntuaciĂłn en los demĂĄs, por lo que existe una gran correlaciĂłn entre ellas (Deary et al., 2000, Deary et al., 2010). Esto demuestra que existe un factor subyacente a todas ellas, una especie de “agilidad mental” o “fluidez cognitiva” -inteligencia- que te hace realizar estos tests de manera mĂĄs rĂĄpida y mĂĄs certera. La figura siguiente, extraĂ­da de Deary et al. (2010), pueden verse la asociaciĂłn de las distintas pruebas de los tests a un factor comĂșn (g), reflejando que nuestra intuiciĂłn de que los mejores alumnos son mejores “en todas las materias” tiene un buen fundamento cientĂ­fico.



ExtraĂ­da de Deay et al. (2010).



ÂżY quĂ© sucede si miramos las correlaciones en las medidas de las diferentes inteligencias mĂșltiples? AquĂ­ estĂĄ seguramente el punto mĂĄs problemĂĄtico de la teorĂ­a, pues lo que se observa es que algunas de estas inteligencias estĂĄn correlacionadas entre sĂ­ (Visser et al., 2006). Este punto es problemĂĄtico, pues desde el punto de vista de la psicometrĂ­a (disciplina de los procesos psicolĂłgicos de mediciĂłn), si las catalogo como “inteligencias” distintas, no deberĂ­an estar correlacionadas, puesto que ser “inteligente en mates” no deberĂ­a estar relacionado con ser “inteligente en lengua” de acuerdo a la construcciĂłn teĂłrica de Gardner.


Si dos "inteligencias" estĂĄn muy corelacionadas, Âżson dos inteligencias distintas?

A estas alturas, tal vez te estĂĄs dando cuenta de que una gran parte del problema se basa en la definiciĂłn del tĂ©rmino “inteligencia” y que, las definiciones que usamos en el dĂ­a a dĂ­a no requieren del mismo rigor que las definiciones que se usan en el ĂĄmbito cientĂ­fico. En nuestro dĂ­a a dĂ­a, podemos llamar inteligencia a muchas cosas distintas, pero desde el ĂĄmbito de la psicologĂ­a, aquellas cosas que englobamos dentro de “ser inteligente” deben estar relacionadas, porque sino estaremos diluyendo el significado de la palabra. En una entrevista grabada para el programa 114 de Redes, dirigida por el brillante Eduard Punset, durante la recogida del premio PrĂ­ncipe de Asturias, el propio Gardner comentĂł que uno de los principales motivos de la notoriedad de su teorĂ­a fue el utilizar el tĂ©rmino “inteligencia” en vez del tĂ©rmino “talento”, y lo exponĂ­a elocuentemente diciendo: “por quĂ© al que es bueno en mates le llamamos inteligente y al que es bueno en mĂșsica le llamamos talentoso?”. La respuesta a Gardner desde el ĂĄmbito de la PsicologĂ­a serĂ­a algo cĂłmo: “porque el que es bueno en mates tambiĂ©n suele serlo en otras muchas disciplinas mientras que el que es bueno en mĂșsica no tiene por quĂ© serlo”.


Las definiciones de inteligencia en el ĂĄmbito cientĂ­fico requieren de mayor rigor que las que usamos en el dĂ­a a dĂ­a

Pero
 ¿y si lo miramos al revés?


Al tratarse de un constructo psicolĂłgico, el tĂ©rmino “inteligencia” viene tambiĂ©n definida de acuerdo a su utilidad prĂĄctica a la hora de predecir algo. Dicho de otro modo, se puede plantear la cuestiĂłn de la inteligencia al revĂ©s: primero determinar aquellos parĂĄmetros sobre los que nuestro constructo llamado “inteligencia” deben ser mĂĄs relevantes y luego mirar si el IQ y las inteligencias mĂșltiples les afectan. En el caso de la inteligencia, es relativamente coherente establecer que alguien inteligente serĂĄ aquel que obtenga un mayor Ă©xito acadĂ©mico y profesional en diferentes fases (en principio, queremos que los mĂĄs “inteligentes” sean los que saquen mejores notas
). Visto desde esta perspectiva “inversa”, el factor mĂĄs determinante para predecir Ă©xito educativo o laboral es el IQ (Sternberg et al., 2001; Firkowska-Mankiewicz, 2002; Strenze, 2007), mientras que en las inteligencias mĂșltiples, unas pocas correlacionan dĂ©bilmente con el Ă©xito acadĂ©mico y otras no lo hacen (Ahvan et al., 2016), por lo que esta definiciĂłn de “inteligencia” basada en “capacidad de predicciĂłn” tampoco sustenta la existencia de las inteligencias mĂșltiples de Gardner.


Si el éxito educativo no se correlaciona con las medidas de "inteligencia", entonces algo estå mal: o la educación o la definición de inteligencia...

Para concluir, es importante hacer constar que no hay nada “malo” ni “irrespetuoso” con la gente talentosa para la mĂșsica, el deporte, la cocina, el humor o las relaciones sociales, ni tampoco han de desmerecerse esos talentos y ponerlas por debajo de la “inteligencia”, puesto que pueden ser tanto o mĂĄs relevantes en la vida de una persona. Este debate se basa en gran parte en que las palabras nos sirvan para definir con exactitud algo y, la teorĂ­a de las inteligencias mĂșltiples no ofrece la base cientĂ­fica suficiente para ampliar el tĂ©rmino “inteligencia” a otras disciplinas que sĂłn extraordinariamente complejas e interesantes pero que no se ven afectadas de la misma habilidad mental subyacente que las disciplinas evaluadas en el IQ.


Ser talentoso en algo tiene el mismo valor moral que ser "inteligente", pero debemos separar ambos conceptos.

 


Referencias


Ahvan, Y. R., Zainalipour, H., Jamri, M., & Mahmoodi, F. (2016). The correlation between Gardner's multiple intelligences and the problem-solving styles and their role in the academic performance achievement of high school students. European Online Journal of Natural and Social Sciences, 5(1), 32.


Carroll, J. B. (1993). Human cognitive abilities: A survey of factor-analytic studies (No. 1). Cambridge University Press.


Cattell, R. B. (1941). Some theoretical issues in adult intelligence testing. Psychological Bulletin, 38(7), 592.


Couzens, D., Cuskelly, M., & Haynes, M. (2011). Cognitive development and Down syndrome: age-related change on the Stanford-Binet test. American Journal on Intellectual and Developmental Disabilities, 116(3), 181-204.


Deary, I. J., Whalley, L. J., Lemmon, H., Crawford, J. R., & Starr, J. M. (2000). The stability of individual differences in mental ability from childhood to old age: Follow-up of the 1932 Scottish Mental Survey. Intelligence, 28(1), 49-55.


Deary, I. J., Penke, L., & Johnson, W. (2010). The neuroscience of human intelligence differences. Nature reviews neuroscience, 11(3), 201-211.


Firkowska-Mankiewicz, A. (2002). Intelligence (IQ) as a predictor of life success. International Journal of Sociology, 32(3), 25-43.


Gardner, H. (1983). Frames of mind: The theory of multiple intelligences. New York: Basic Books.


Gardner, H. (1993). Multiple intelligences: The theory in practice. New York: Basic books.


Gardner, H. (1999). Intelligence reframed. New York: Basic Books.


Horn, J. L. (1965). Fluid and crystallized intelligence: A factor analytic study of the structure among primary mental abilities. University of Illinois at Urbana-Champaign.


Norton, B. (1979). Charles Spearman and the general factor in intelligence: Genesis and interpretation in the light of sociopersonal considerations. Journal of the History of the Behavioral Sciences, 15(2), 142-154.


Raven, J. (2000). The Raven's progressive matrices: change and stability over culture and time. Cognitive psychology, 41(1), 1-48


Sternberg, R. J., Grigorenko, E. L., & Bundy, D. A. (2001). The predictive value of IQ. Merrill-Palmer Quarterly (1982-), 1-41.


Strenze, T. (2007). Intelligence and socioeconomic success: A meta-analytic review of longitudinal research. Intelligence, 35(5), 401-426.


Visser, B. A., Ashton, M. C., & Vernon, P. A. (2006). Beyond g: Putting multiple intelligences theory to the test. Intelligence, 34(5), 487-502.


Wechsler, D. (1944). The measurement of adult intelligence.




 
 
 
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